LAS COSAS PEQUEÑAS

Microescultura




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Fotografía del autor.

Palomita de maíz: una semilla calentada rápidamente explosiona por la presión del vapor que genera en su interior y rompe súbitamente su cáscara dura e impermeable perpetrando en su hasta entonces ordenada estructura una forma imprevisible y única. Tan única que, desde que el mundo es mundo, ninguna será exactamente igual a cualquier otra, pretérita o futura, por muchos años que hayan transcurrido desde que los mayas empezaron a producirlas.

Esa misma semilla abandonada a su suerte sobre la madre tierra, o quizás sembrada a intento, habría germinado y con la ayuda del sol y la lluvia se habría trasformado en una planta de maiz. En su muerte provocada el endospermo y el pericarpio fraguarán, destrozados en el aire, creando una imagen tridimensional instantánea. Una micro escultura única percibible y comestible...

Un peculiar museo aguarda en un puñado de maíz. 


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